Audio: Dios mío lo que ha pasado

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Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasiliniz?

Días después del nacimiento de Jesús, el Niño Dios, el Rey Herodes el Grande decide buscarlo para eliminarlo y manda a matar a todos los niños en Belén (Mateo 2:16), siendo todos estos niños asesinados, lo que los convierte en los primeros mártires.

El deseo del rey Herodes de matar a Jesús, es una historia impregnada de miedo, intriga política y cumplimiento profético. Para entender las motivaciones de Herodes, debemos adentrarnos en el contexto histórico y cultural de la época, analizar la narrativa proporcionada en el Evangelio de Mateo y considerar las implicaciones teológicas de este episodio. El miedo que despertaron los Reyes Magos en Herodes y toda Jerusalén, era el de un gobernante político que enfrentaba a un posible rival, agravado por las profecías y expectativas en torno al Mesías, ungido prometido en las Escrituras Judías que restauraría a Israel y reinaría como rey justo y recto.

La inseguridad, su temor a no poder mantener el control del poder, y el enfurecimiento por el engaño de los Reyes Magos quienes le escondieron donde se encontraba Jesús, ordenó la masacre de todos los niños varones en Belén y sus alrededores que tuvieran dos años o menos, a este acto brutal es al que llamamos la Matanza de los Inocentes. Al final Jesús es salvado por intervención divina cuando un ángel advierte a José que huya a Egipto con María y Jesús.

El intento de Herodes de matar a Jesús puede verse como parte de la lucha cósmica más amplia entre el bien y el mal, intentando frustrar el plan redentor de Dios para la humanidad.

El miedo y la hostilidad de Herodes hacia Jesús destacan el marcado contraste entre la realeza terrenal y la divina.

Hoy, 2000 años más tarde son muchos los millones de niños que han sido asesinados por millones de Herodes en el mundo entero, algunos sin dejarlos nacer, otros sin dejarlos crecer, y todo por la maldad de los adultos, por la falta de cuidado de los infantes, quienes mueren cada segundo de hambre en el mundo, de enfermedades, desnutrición, mientras los poderosos se enriquecen, sin considerar en sus agendas que la infancia debe ocupar el primer lugar.

Elevemos hoy nuestras oraciones por todos los niños del mundo pidiendo al Todopoderoso su protección, pero sobre todo que toque los corazones y la consciencia de los tantos adultos que los corrompen, los maltratan, los niegan y asesinan.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo brindado por nuestra hermana Berky Rosario.

Hasta la próxima.

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Fuente:

relampagoinformativo.net