¡Qué felicidad! Aquí no pasa eso
Por Augusto Álvarez
La prensa de Estados Unidos, que no suele encubrir a personalidades públicas, destaca que el jefe de la Policía, de Nueva York, tuvo que renunciar por problemas sexuales.
Al presentar Jeffrey Maddrey su dimisión ante la comisionada, fue reemplazado por el jefe de patrullas.
¿En qué consistió el acoso sexual a una subalterna? En ofrecerles una entrada extra quedándose con él en el cuartel.
La teniente Quathisha Epps, una agente del Departamento de Policía de Nueva York, lo acusó de pedirle favores sexuales en repetidas ocasiones.
Desde los tiempos de Bill Clinton, en la Casa Blanca, y la pasante Monica Lewinky, hasta la llegada del magnate y actual presidente electo Donald Trump, el sexo enciende el escenario de la política norteamericana.
Debemos decir que hermosas oficiales de la Policía de Nueva York, vistiendo el uniforme, han posado para revistas sexuales a cambio de buenos dólares, sin consecuencias, mientras que en otros estados, hasta los bomberos también buscan recibir beneficios extras.
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Fuente:
relampagoinformativo.net
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