Audio: Qué encontré en Turquía

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Frente a la gran pregunta formulada por muchos, ¿qué has encontrado en Turquía, por qué te has ido tan lejos?, y ya cumpliendo tres años por estos mundos de Dios, he logrado encontrar respuesta.

Lo primero es que me he dejado conducir por el Señor, viví un proceso de reflexión profunda, de desprendimiento, en el que, en mis últimos años, en mi adorado país, sabía y sentía que mi cuota estaba cumplida y que no estaba dando los frutos requeridos por Mi Señor, hasta llegué a pensar que estaba llegando mi proceso de transición para abandonar este planeta.

Pero las cosas fueron fluyendo, después de mucha oración, y como un rompecabeza, las fichas fueron cayendo en su justo lugar.

Ya establecido en mi nuevo lugar, Turquía, empecé a descubrir cosas importantes, estaban dadas las condiciones para crecer espiritualmente y tener un encuentro más cercano con mi Dios, descubrí que DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES.

Aprendí a pisar su terreno con más seguridad, más santidad, he dedicado gran tiempo a la oración, cinco veces al día, he estudiado mucho acerca de las cosas de Dios, se han desarrollado más mis facultades mentales extrasensoriales, poderes otorgados por Dios a todos y los cuales siempre he defendido, he tenido que aprender a ser más humilde, a doblegar mi orgullo dejándolo a un lado, a reconocer Su Presencia en todas las personas y cosas, a vivir de lo que Él me provee a través de sus elegidos hermanos, a postrarme en la oración para ser escuchado, aprendiendo a percibirlo cuando lo invoco.

El Espíritu Santo, mi gran amigo, me ha acompañado como nunca en la producción de mis Mensajes de Amor enviados cada mañana, en la elaboración de mis siete libros, en mi misión de predicar la Palabra de Dios de manera diferente y llevarla por el mundo entero.

Pero lo que más he encontrado en este hermoso y prodigioso país ha sido mi paz y mi libertad, dos grandes valores que sólo Dios nos da, alejando de nosotros las fuerzas del mal generadas muchas veces por los celos, envidias, rencores, juicios, de quienes por ser mediocres viven pendientes de ti para sembrar cizaña, coartar tu libertad, emitir juicios, juzgarte y querer hacer el papel de un dios que te condena.

En este proceso, la soledad ha jugado un papel muy importante, sin embargo, Víctor Martínez se siente lleno de mucha paz, de la presencia del Espíritu Santo en mí, me siento libre de ataduras que me alejaban de Mi Dios, hoy camino reafirmando que en verdad “soy el hombre más feliz del mundo”.

Pero, como DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES, tú puedes tener un encuentro muy cercano con tu Dios ahí donde estás y ser muy feliz, ábrele tu corazón, aprende a escucharlo, dale entrada en tu vida y déjate llenar de su paz y de su amor para que puedas romper todas las ataduras con el mundo y te sientas libre.

Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Dileysi Mejía.

Hasta la próxima.

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Fuente:

relampagoinformativo.net