Audio: Biblia y prosperidad

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

 

Parte II

 


 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Continuamos con nuestro tema del viernes pasado acerca de lo que nos dice la Biblia acerca del dinero y la prosperidad.

  1. Es sabio ahorrar

El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece. (Proverbios 13:11).

En la Biblia vemos la importancia de ganar nuestro sustento de forma honrada y usarlo sabiamente, ahorrando una parte para el futuro. No es pecado ahorrar. Lo que sí es pecado es poner nuestra fe en el dinero en lugar de confiar en Dios para que provea a todas nuestras necesidades. Dios nos anima en su Palabra a usar todos nuestros recursos de acuerdo con su voluntad y a vivir una vida que le glorifique en todo.

En cuanto al ahorro, es interesante ver en Proverbios el ejemplo de las hormigas:

¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile, ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos. (Proverbios 6:6-8)

Seamos diligentes tanto en el trabajo como en el ahorro. Manejemos nuestras finanzas con prudencia y sabiduría, ahorrando una parte para el futuro. Como las hormigas que almacenan en el verano para tener suficiente alimento en el invierno, así mismo debemos ahorrar en previsión a necesidades futuras. Podemos ahorrar, por ejemplo, para los estudios de los hijos, la jubilación, o para poder hacer frente a imprevistos que tarde o temprano llegarán.

  1. La generosidad es importante

No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios. (Hebreos 13:16)

¡Dios es tan generoso con nosotros! Diariamente, disfrutamos de su provisión y su cuidado. ¿Cómo no vamos a compartir con otros las bendiciones que él nos concede? Esa es una de las maneras en las que podemos expresar nuestro amor, nuestra gratitud y alabanza a Dios.

A Dios le agrada que seamos generosos con los demás, destinando parte de nuestros recursos para suplir sus necesidades básicas. ¡Hay tanta gente necesitada en este mundo! Debemos estar atentos a la voz de Dios. Muchas veces su provisión para otras personas está en nuestras manos. Necesitamos escuchar a nuestro Padre y permitir que el Espíritu Santo nos indique cómo compartir lo que tenemos con aquellos que nos rodean.

  1. Estar contentos con lo que tenemos

Manténganse libres del amor al dinero y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca los dejaré; jamás los abandonaré». (Hebreos 13:5)

Una de las mejores cualidades que podemos tener en la vida es la del contentamiento. Consiste en tener un corazón lleno de paz, pues sabe que lo que Dios hace y permite es siempre lo mejor. Vivimos con la certeza de que sea cual sea nuestra circunstancia, él está a nuestro lado y nunca nos dejará.

La presencia de Dios trae paz y descanso a nuestras almas. Nos capacita para dejar de enfocarnos en lo que tenemos o no tenemos y poner nuestros ojos en Jesús, en su voluntad y su plan para nosotros. Sabemos que su propósito es uno de bien y vivimos llenos de esa confianza.

Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos. Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso. (1 Timoteo 6:7-8)

  1. La riqueza no es siempre sinónimo de bendición

Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias.
(Proverbios 15:16)

Es importante la forma en la que conseguimos el dinero. Mejor poseer poco con la conciencia tranquila, sabiendo que se adquirió a través de nuestro trabajo, lo cual glorifica a Dios, que tener mucho por medio de trampas, apuestas u otras acciones cuestionables. Hay gran paz en saber que se vive en obediencia a los preceptos de Dios.

¡Dios nos bendice de tantas maneras diferentes! No nos empeñemos en pensar que la única forma en la que lo hace es a través de la economía. Valoremos más el vivir dentro de su voluntad que obtener riquezas materiales. Las riquezas no significan siempre que alguien goza de la bendición de Dios. Sí, pueden serlo, pero Dios también nos bendice, entre otras cosas, con salud, con amigos, con el sentido de propósito o con su paz en medio de cualquier circunstancia.

Víctor Martínez te invita a confiar en la sabiduría y la provisión de Dios. Él es siempre fiel y nunca nos fallará. Honremos a Dios manejando bien nuestras finanzas.

Es Felipe Gómez un miembro de nuestra Comunidad de Amor, experto en asesorías para el buen manejo de las finanzas, quien tan gentilmente nos ha querido apoyar para que este trabajo llegue a todos ustedes. Bendícelo Señor.

Hasta la próxima.

 

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Fuente:

relampagoinformativo.net

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